Ve esta entrevista TedTalk con la autora Nadya Peek
Homo sapiens, o ser humano, es un animal perteneciente a la familia de los primates, que tiene la ventaja evolutiva de ser consciente, lo que trae como consecuencia la habilidad mental para poder inventar, aprender, utilizar lenguaje complejo, matemáticas, ciencia y tecnología. Tanta innovación, todas las miles de novedosas herramientas que hemos creado, nacieron al costo de los ecosistemas, siendo imposible la existencia del humano y otras especies de la tierra al largo plazo, si es que se mantiene el mismo patrón de comportamiento actual.
Un escritor llamado Yuval Noah plantea que la humanidad pareciera haber derrotado a los jinetes del apocalípsis, la guerra ya no es rentable y nadie quiere ser soldado, la peste es controlada con planes antipandémicos globales muy eficientes y fallece más gente de obesidad que de hambre. Las peleas del pasado están siendo solucionadas, la siguiente pregunta lógica sería…
La basura es sin lugar a dudas uno de los problemas más importantes de la humanidad, y es, a mi parecer, uno de los más fáciles de resolver. No es necesario reorganizar toda la industria, o empezar todo de cero. La basura es un problema de comportamiento que puede ser resuelta con simples e innovadoras máquinas. Con un cambio en el Codigo del cerebro de los Seres Humanos.
El enfoque de este post irá basado en la transformación de desperdicios en otros productos que pueden producir un radical cambio en la forma en que los humanos se comportan.
Si botamos todos los desperdicios orgánicos a la compostera, estos no terminarían en el basural, donde serán transformados en gas metano, acelerando la destrucción causada por el efecto invernadero.
Como forma de modificar el lenguaje cotidiano que usamos, para modificar la realidad, antes de botar algo al basurero es importante entender si lo que estoy botando es basura, desperdicio o un residuo. Si lo que estas botando podría servir de algo con un poco de esfuerzo, se trata de un desperdicio. Ejemplos de desperdicio son los reciclables: Tirar una lata de bebida a la basura es un desperdicio, ya que puede ser reutilizada fácilmente. Otro ejemplo de esto son los restos de comida, si los botas a la basura, se desperdician.
Si consideramos que la agricultura es la industria que más agua consume, la forma en que botamos los desperdicios orgánicos es el motivo por el cual se contamina la mayor cantidad de agua.
Un árbol de manzana bebe 70 litros de agua para producir 1 sola manzana, nosotros no consumimos la manzana en su totalidad, y la mayoría de los desperdicios orgánicos terminan en la basura, lo que saca millones de litros de agua del ciclo normal y la envenena.
Antes de la agricultura, el ser humano, al ser un primate, se dedicaba a recolectar frutos y verduras. Cazar era esporádico y no se comía carne de la forma que se consume hoy. En el pasado, los humanos consumian proteína de insectos.
Esto se podría lograr con un rediseño del basurero, con un basurero automatzado que detecte hacia donde va a ir a parar el objeto. Si es una cáscara de algo, lo envasa para compost y si es otro tipo de basura, lo envasa para basural.
Con el gigantesco volumen de residuos orgánicos recolectados, se puede ahorrar agua transformando los desperdicios orgánicos en proteina animal, mediante la agricultura de Oniscidea, crustaceos terrestres clave en la alimentación de muchisimos seres vivos.
Radicalmente hablando, si transformaramos nuestros desperdicios de comida en proteína de insecto, que es muchísimo superior en calidad a las fuentes de proteína más comunes, como la vaca o el pollo. Podríamos solucionar dos problemas al mismo tiempo, la sobreexplotación de animales que sienten para consumo humano y la reducción de basura en un 50%, ya que 50% de toda la basura son desperdicios de comida.